La responsable de esos molestos gases que producen a veces las legumbres es la rafinosa, un trisacárido (un azúcar) que podemos encontrar en los garbanzos, las alubias o los cacahuetes entre otros. Nuestro cuerpo a veces tiene dificultades para metabolizar algunos hidratos de carbono en estomago e intestino. Es el caso del azúcar de las legumbres que al no poder ser descompuesto, acaba en el intestino grueso, en el colon, y es allí donde la flora intestinal se encarga de hacer su trabajo y descomponerlo en monosacáridos por medio de la fermentación bacteriana que produce anhídrido carbónico, hidrógeno, metano y otros gases que son expulsados en forma de flatulencia.
Según indica la FEN en el Informe sobre Legumbres, Nutrición y Salud “se puede realizar una cocción previa para extraer la rafinosa y desechar esa primera agua de cocción». Desde luego debemos contar con que también se pierden minerales y vitaminas.
¿Que podemos hacer?
- Es recomendable ponerlas durante al menos 24 horas en remojo y cambiar el agua para cocinarlas.
- Hay algunas variedades como las lentejas naranjas que puedes encontrar sin piel siendo las una buena opción para un buen guiso casero
- Podemos añadir cuando el agua del guiso rompe a hervir comino, orégano, hinojo, romero o tomillo, además de un toque muy especial, se mejorará el proceso digestivo.
- Añadir agua fría cuando el guiso comience a hervir, (varias veces) y retirar unos segundos del fuego. Después seguir cocinando con normalidad.
- Una cucharadita de bicarbonato al agua antes de echar las legumbres que se vayan a cocinar.
- Podemos triturar las legumbres, la digestión será mucho más sencilla.
- Cocer el tiempo suficiente, por ejemplo los garbanzos, entre dos y tres horas; las alubias de dos a dos horas y media y las lentejas, entre una hora y hora y media. Obtendremos un alimento algo menos rico en nutrientes pero sin efectos desagradables e igualmente sano
- Poner de nuestra parte comer despacio saboreando y masticando ya que comer rápido implica la ingesta de más aire de lo normal y por tanto la aparición de gases durante la digestión.